Día de muertos

Es una celebración  muy mexicana, también celebrada en algunos lugares de Estados Unidos de América y en Brasil donde es conocida como el día de los finados. Dicha tradición data desde la prehistoria, donde ellos creían que el destino  de  las almas de los muertos estaba determinado por el tipo de muerte que habían tenido, y no por su comportamiento en la vida.

Así que desde entonces los mexicanos conservamos dicha tradición, cabe mencionar que cada una de las cosas que colocamos en los altares u ofrendas tienen  un significado específico, debemos contar con la fotografía del difuntito que llega la noche del dos de noviembre, una pintura de las almas del purgatorio: para pedir su salida en caso de que se encontrara ahí, doce cirios o menos: cuatro deben formar una  cruz  que simbolice los 4 puntos cardinales para que el alma del difunto se oriente para llegar a la casa, flor de cempasúchil: sus pétalos representan los rayos del sol, tierra de monte: para recordarles su fe, ya que los miércoles de ceniza dicen "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás".

Y en Tehuacán no es la excepción, y es que en esta región del estado de puebla esta festividad es muy esperada, por ejemplo para los habitantes de san pedro Acoquiaco donde sus habitantes desde las 5 de la mañana llegaron al panteón regional  a limpiar tumbas, poner flores  en los sepulcros y rezar, ellos se quedan todo el día ahí en el panteón según las creencias para compartir con sus difuntos y acompañarlos ese día que vienen a visitarlos, algunos de ellos llevan música y las canciones más  escuchadas en el panteón son “amor eterno”, “ canto a la madre” y algunas otras de Vicente Fernández.

En san Gabriel Chilac también se celebra mucho a los muertos ahí desde la madrugada del día primero de noviembre se empiezan adornar todo el panteón. Los habitantes llevan comida, frutas y pan de burro en adornados tenates,  a las diferentes iglesias para bendecirlos junto con las ofrendas y de ahí se dirigen al panteón.

Concluyendo esta festividad con el retiro de las ofrendas ya sea las que se colocaron en las casas o las que fueron colocadas en el panteón.