Ya han transcurrido 21 años de aquella tragedia que marco la historia de
nuestra ciudad y de miles de familias tehuacaneras dejando una nube gris de
tristeza y desolación aquel 19 de Noviembre de 1991, cuando la maquina marcada
con el numero 1131 se descarrilo y entró a la ciudad con una furia incontenible
que terminó con la vida de muchas personas que se encontraban cerca del lugar,
actualmente se recuerda como la peor tragedia en la historia de Tehuacán.
La vía ferroviaria corría desde Esperanza hasta Tehuacán entrando por la
avenida José Garci-Crespo y doblando hacia su derecha donde termina San Nicolás
Tetitzintla, donde se encuentra ubicada una curva que seria el escenario de
aquella fatídica tragedia.
El 8 de noviembre de 1991 la maquina 1131 fué remolcada a Tehuacán para
ser reparada por un problema mecánico en su sistema de frenado, posteriormente
el día 18 de noviembre del mismo año el
maquinista de patio Rosendo Hernández informo a los oficiales de Ferrocarriles
Nacionales que al recibir e inspeccionar la maquina esta se encontraba en un
estado critico y riesgoso. No obstante a su opinión fue destinada a realizar
labores de patio. Ese mismo día la maquina sufrió quemaduras en unos cables de
alta tensión, por lo que fue mandada a la ciudad de puebla para su reparación,
pero solo del sistema eléctrico debido a la “falta de presupuesto”.
El día 19 de noviembre de 1991 la maquina fue destinada a realizar un
viaje desde la ciudad de Puebla a Tehuacán, enganchándole 20 furgones con 2 mil
toneladas de sorgo. El maquinista encargado fue el señor Antonio Sergio Castellanos
Conde alias “la chicatana”, tanto Sergio como sus ayudantes se encontraban
enterados del mal estado de la maquina pero pese a sus advertencias y protestas
a sus oficiales correspondientes, fueron asignados a realizar el viaje, sin
saber la pesadilla que se desataría posteriormente.
Antonio Sergio Castellanos Conde inicio el viaje siendo las 8:15 a.m. el
viaje transcurrió sin contrariedades hasta la estación de Esperanza. A las
11:00 a.m. el maquinista y sus ayudantes bajaron del tren para hacer una rápida
inspección, y decidieron continuar el trayecto.
Tren descarrilado |
En el kilómetro 23 fue cuando comenzaron los problemas, fue entonces
cuando se rompió la flecha que mueve el compresor de aire que es responsable
del funcionamiento de los frenos del tren, dejándolos totalmente fuera de uso.
Se trato de frenar la pesada maquina, alternando el funcionamiento de los
motores, pero esto fue inútil, la maquina había comenzado su atroz trayecto. Los garroteros expusieron sus vidas desenganchando
algunos vagones pero de igual forma sería una labor infructuosa; el tren seguía
su curso, con cada vez más velocidad.
A la altura de la población de Santiago Miahuatlán
los tripulantes decidieron saltar del tren en movimiento que corría a una
velocidad de 80 km/hr, pues era una seguridad que iban en dirección de la
muerte, al caer Antonio Sergio Castellanos Conde perdió el sentido.
El 19 de noviembre de 1991. 12:45 p.m., se
avecinda a la ciudad de Tehuacán una maquina que corre ferozmente y va cargado
con una sombra de muerte que se esparcirá en la ciudad, la maquina se volcó
justo al llegar a la curva, se salió de las vías y fue a dar con un
taller mecánico que se encontraba cerca del lugar del accidente, los vagones se
precipitaron uno sobre otro arrasando y destruyendo todo lo que se encontraba a
su paso. Una nube de polvo y cemento sepulto a automovilistas y peatones que se
encontraron en el momento y en el lugar equivocado aquel día.
Las pesadísimas ruedas saltaron de sus
vagones para ir a parar a gran distancia de la curva, la tierra estaba
escarbada y removida. Algunos de los testigos de aquel día describen una multitud
de quejas y alaridos que poco a poco fueron despareiendo pues la muerte
atrapaba aquellos desgarradores lamentos, había restos humanos mutilados tirados
por todos lados.
Los soldados acordonaron la zona pues
como es costumbre y a pesar de la
tragedia suelen darse casos de rapiña por los ciudadanos de la zona.
Se giro orden
de aprensión en contra de Antonio Sergio Castellanos Conde en lo que el
mismo llamaría la peor injusticia contra él, después de toda la pesadilla que había
vivido aquel trágico día, pues fue manifiesta la negligencia de las autoridades
ferroviarias.
Al día siguiente no se llevo a cabo el
tradicional desile del 20 de noviembre en su lugar se llevo a cabo una marcha
en la explanada municipal, para exigir la reubicación de las vías en ese
sector. También hubo una inmensa marcha, pero de familias dolidas, dando el
ultimo adiós a las victimas de tan fatídico día.
Muchos días duro la limpieza del lugar, en la
zona se comenzó a esparcir un olor putrefacto debido a la descomposición de la
sangre derramada en el lugar de la tragedia.
Las vías fueron retiradas; a lo largo de su
trayecto desde ese cruce fatal, hasta la estación se construyó el boulevard que
llevaría el nombre Héroe de Nacozari.
Calle Héroe de Nacozari Tehuacan |
Hoy solo queda el recuerdo de tan horrible y desastroso
viaje, la ciudad quedo manchada de sangre y su historia de la negligencia de
las autoridades, a pesar de las innumerables advertencias del mal estado del
tren. En el lugar de la tragedia se encuentra un pequeño monumento a las
victimas de la peor tragedia en la historia de Tehuacán; Puebla.
Tu información es casi precisa, con la salvedad de que Antonio Castellanos jamás fue maquinista. Saludos.
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