Huautla…
¿Qué se siente estar en Huautla?
Es
una experiencia que el equipo de Foco vivimos recientemente, y es que en un
solo fin de semana, se puede disfrutar de tanta naturaleza, y será un pequeño
viaje que relajara.
La travesía comenzó a las 3:30 pm el
pasado viernes 21 de septiembre, tomamos el AU y, durante el camino, vimos la
neblina, que nos acompañaba durante el largo camino. Llegamos a Huautla de
Jiménez, Oaxaca a las 8:00 pm del mismo día, como ya era tarde para comenzar
nuestras actividades, y aparte estábamos cansados por el viaje que tuvimos,
quisimos ir a descansar, para que al otro día tuviéramos más energías de ir a
explorar todos esos lugares maravillosos, que muchos no teníamos la oportunidad
de conocer.
Nos quedamos en casa de una familia nativa
del lugar, que por cierto fueron muy amables con nosotros, y sus precios son
muy económicos, además de que nos hicieron sentir como en casa. Después de
instalarnos, tomamos un exquisito café tradicional ya que el frío nos hacía
temblar, y finalmente nos retiramos a descansar para estar listos al día
siguiente. Como en Huautla no tienen horario de verano-invierno, salimos a las
6:30 de la mañana, lo que para nosotros serían las 5:30, y a pesar del frío que
hacía, porque era temprano; no nos impidió salir a disfrutar del espectacular
panorama, y de lo que íbamos a recorrer.
Tomamos un taxi que nos llevó al borde del
Cerro de la Adoración, y para subir tuvimos que hacerlo a pie, y a pesar de que
el suelo era inseguro (parecía barro fresco), y que no teníamos mucha
condición, caminamos un largo rato, hasta llegar al sitio que deseábamos
conocer; primero hicimos una oración para llenarnos de la energía del lugar, y
ahí aprovechamos la oportunidad para fotografiar, grabar, y por supuesto para
admirar el bello paisaje que teníamos ante nuestros ojos.
Vista desde el cerro de la adoración Huautla de Jiménez Oaxaca. |
Ya eran las 8 de la mañana, estaba nublado
todavía, sin mencionar que hacía mucho frío y las nubes eran espesas. Bajamos
después de un breve descanso y de hacer nuestro trabajo, al bajar, tuvimos que
ser muy cuidadosos y caminar despacio, ya que la inclinación del cerro era
peligrosa.
Nuestra siguiente parada fue la casa de
María Sabina (importante curandera nacida ahí); dado que ella falleció hace
tiempo, la persona que nos atendió fue su bisnieto, él nos contó que su
bisabuela, fue una mujer mundialmente conocida por su sabiduría en el campo de
la micología, que enseño sobre el uso de los hongos a micólogos y sobre el uso ceremonial y curativo de los
hongos alucinógenos, y también contó que la visitaron grandes personajes de
todas partes del planeta (Estados Unidos,Sudamérica,España,etc), mientras nos
seguía contando de su bisabuela María, se pudo observar que la casa tenía
varias pinturas, cuadros y fotos que sus visitantes le habían regalado a María
Sabina. También nos contó, que, como llegaron a ser tantos visitantes que
venían a conocerla, tuvieron que dormir en las grutas y cuevas cercanas, porque
ya no había lugar para hospedarlos en el pueblo.
Terminamos la plática aproximadamente a
las 11 am, tomamos un taxi que nos llevó al mercado, donde compramos cosas para
desayunar, ya que teníamos mucha hambre; decidimos desayunar en la casa en la
que nos hospedábamos en donde la generosa familia, nos preparó chilaquiles y
café de olla.
Una vez reparadas nuestras fuerzas,
caminamos de nuevo unos 20 minutos hasta el Puente de Fierro, pero antes, nos
detuvimos a la mitad del camino, donde hay una casa que se dedica a hacer
aguardiente de 22 y 30 grados de alcohol, después de explicarnos el proceso,
nos dieron la prueba y pudimos concluir que la de 30° quemaba nuestras
gargantas. Seguimos caminando hasta llegar a Puente de Fierro, vimos que el río
de corriente fuerte, que llevaba a las 2 cascadas distintivas del lugar,
llamadas “velo de novia” (por la forma que toman al caer), es un gran
espectáculo; también hay unos puentes colgantes que ya no se utilizan, pero
desde donde están, se podía apreciar totalmente la belleza natural de las
cascadas, también aprovechamos esta oportunidad para grabar y fotografiar lo
mágico de estás cascadas.
Cascadas conocidas con el nombre de “las regaderas”, ubicada en la carretera rumbo a Huautla de Jiménez, Oax. |
Regresamos caminando y después tomamos un
taxi que nos llevó a San Antonio, donde se encuentran las grutas, pero para
poder visitarlas, se necesita el permiso del presidente municipal, por lo que
unos fueron a buscarlo, ya que nos otorgaron el permiso, y también nos iba a
llevar un guía a las 7 am del día siguiente, como nos regresábamos el domingo,
no pudimos hacer ese recorrido, y perdimos la oportunidad de visitar las
grutas.
Llegando a la casa donde nos hospedamos,
comimos y luego empezamos a pedir “ride” para ir al cerro, pues aun queríamos
ver el espectáculo que se da del atardecer y de las luces del pueblo en la
noche (y aprovechando para tomar más fotos y grabar ese gran suceso).
Huautla al atardecer |
Caminamos
de vuelta al pueblo, hasta que nos encontramos con un taxi que nos llevó al
mercado, donde cenamos unas ricas tlayudas, y aprovechamos para comprar unos
recuerdos; Llegamos a la casa como a las 9 de la noche, y luego de tomar un
baño (que nos hacía falta) caímos rendidos y nos dormimos.
Amaneció lloviendo al día siguiente, y no
paró hasta las 9 de la mañana, desayunamos, y aprovechamos la oportunidad para
entrevistar a la dueña de la casa, sobre las tradiciones del lugar, ella nos
contó cómo se hacen las bodas, los velorios de ahí y hasta nos cantó una canción
de María Sabina, realmente fue asombroso.
Empezamos a despedirnos y agradecer a la
humilde y generosa familia que nos hospedó en su casa, ya como a las 2:30 pm,
la aventura llegaba a su fin, de nuevo fuimos a tomar el autobús de regreso a
Tehuacán, durante el camino pudimos compartir nuestras experiencias de ese
increíble y bello lugar que es Huautla, hasta que llegamos a Tehuacán, y nos
fuimos a descansar y por supuesto a preparar el material que habíamos logrado
traer de ahí para poder compartirlo después, y enseñarles que México es uno de
los países más afortunados al tener tanta belleza de naturaleza, y que se puede
encontrar en lugares muy cercano a nosotros, como lo acabamos de descubrir en
este viaje.
Como pueden observar, hay muchas opciones para
pasar un fin de semana o unas vacaciones en estas zonas que son un espectáculo,
que tienen una historia importante, y además de que no van a gastar más que lo
necesario, su gente, su cultura y sus tradiciones, valen la pena conocer en
Huautla de Jiménez, Oaxaca.
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